Sostenibilidad
Biodegradable y no biodegradable: ¿en qué se diferencian?
A diferencia de los productos no biodegradables, aquellos que son biodegradables se descomponen de forma natural en el medioambiente.
A diferencia de los productos no biodegradables, aquellos que son biodegradables se descomponen de forma natural en el medioambiente.
Este tipo de componente es prácticamente invisible para el ojo humano, pero eso no quita que sea perjudicial para el medioambiente.
Tanto el biodiésel como el bioetanol se obtienen de forma diferente, pero ambos van a ser parte fundamental de la transición energética.
Estos elementos químicos se usan durante la combustión, ya que sirven para liberar una gran cantidad de energía calorífica.
Estos dos conceptos guardan muchos parecidos entre sí, pero también hay una distinción muy importante que deberías conocer.
Los desechos de este producto se pueden aprovechar para conseguir biocombustible, reducir la emisión de metano y ayudar a la sostenibilidad.
La agricultura intensiva provoca la sobreexplotación del suelo, mientras que la agricultura extensiva reduce el uso de maquinarias.
La logística inversa ayudará a tu empresa a reducir las emisiones de CO2 y combatir el cambio climático siendo más sostenible.
Gracias a la trazabilidad ambiental se puede establecer una hoja de ruta con todos los procesos que ha vivido un producto a lo largo de su vida.
El upcycling es un conjunto de procesos que se encarga de transformar un producto que pensabas desechar en otro nuevo y de mucho más valor.
Ahorrar agua y electricidad, reciclar o incorporar las energías renovables en nuestro día a día son algunas soluciones para cuidar el planeta.
Estos dos métodos de cultivo sirven para obtener un producto sostenible, aunque tienen enfoques de acción distintos.
El Greenwashing es una técnica a través de la cual algunas marcas presentan productos sostenibles que en realidad no lo son.